El Conde Sisebuto

Joaquín Abati y Díaz, nacido en Madrid en 1865, fue un escritor y libretista de zarzuelas. Autor de fecunda producción, obtuvo éxitos clamorosos y de su pluma surgieron más de 120 títulos, que hicieron considerarle como un autor de primera fila en su época.

Agüista del Balneario de Marmolejo, decidió incluir a nuestra villa en su relato El Conde Sisebuto, de 1899, que, a la postre,  fue quizás uno de los más famosos en su tiempo y que ha sabido mantenerse de actualidad hasta nuestra época cuando existe el proyecto de hacer un corto de animación sobre esta pequeña obra.

A cuatro leguas de Pinto
y a treinta de Marmolejo,
existe un castillo viejo
que edificó Chindasvinto.

Perteneció a un gran señor
algo feudal y algo bruto;
se llamaba Sisebuto,
y su esposa, Leonor,

y Cunegunda, su hermana,
y su madre, Berenguela,
y una prima de su abuela
atendía por Mariana.

su cuñado, Vitelio,
y Cleopatra, su tía,
y su nieta, Rosalía,
y el hijo mayor, Rogelio.

Era una noche de invierno,
noche cruda y tenebrosa,
noche sombría, espantosa,
noche atroz, noche de infierno,

noche fría, noche helada,
noche triste, noche oscura,
noche llena de amargura,
noche infausta, noche airada.

En el gótico salón,
dormitaba Sisebuto,
y un lebrel seco y enjuto
roncaba en el portalón.

Con quejido lastimero
el viento fuera silbaba,
e imponente se escuchaba
el ruido del aguacero.

Cabalgando en un corcel
de color verde botella,
raudo como una centella
llega al castillo un doncel.

Empapada trae la ropa
por efecto de las aguas,
¡como no lleva paraguas
viene el pobre hecho una sopa!

Salta el foso, llega al muro,
la paterna está cerrada.
-¡Me ha dado mico mi amada!
-exclama-. ¡Vaya un apuro!

De pronto, algo que resbala
siente sobre su cabeza,
extiende el brazo, y tropieza
¡con la cuerda de una escala!

-¡Ah!…-dice con fiero acento.
-¡Ah!…-vuelve a decir gozoso.
-¡Ah!…-repite venturoso.
-¡Ah!…-otra vez, y así, hasta ciento.

Trepa que trepa que trepa,
sube que sube que sube,
en brazos cae de un querube,
la hija del Conde, la Pepa.

En lujoso camerín
introduce a su amado,
y al notar que está mojado
le seca bien con serrín.

-Lisardo,…mi bien, mi anhelo,
único ser que yo adoro,
el de los cabellos de oro,
el de la nariz de cielo,

¿qué sientes, dí, dueño mío?
¿no sientes nada a mi lado?
¿qué sientes, Lisardo amado?
Y él responde:-Siento frío.

Frío has dicho? eso me espanta.
¿Frío has dicho? eso me inquieta.
No llevarás camiseta
¿verdad?… pues toma esta manta.

-Ahora hablemos del cariño
que nuestras almas disloca.
Yo te amo como una loca.
-Yo te adoro como un niño.

-Mi pasión raya en locura,
si no me quieres me mato.
-La mía es un arrebato,
si me olvidas, me hago cura.

-¿Cura tú? ¡por Dios bendito!
No repitas esas frases,
¡en jamás de los jamases!
¡Pues estaría bonito!

Hija soy de Sisebuto
desde mi más tierna infancia,
y aunque es mucha mi arrogancia,
y aunque es un padre muy bruto,

y aunque temo sus furores,
y aunque sé a lo que me expongo,
huyamos…vamos al Congo,
a ocultar nuestros amores.

-Bien dicho, bien has hablado,
huyamos aunque se enojen,
y si algún día nos cojen,
¡que nos quiten lo bailado!

En esto, un ronco ladrido
retumba potente y fiero.
-¿Oyes?-dice el caballero-,
es el perro que me ha olido.

Se abra una puerta excusada
y, cual terrible huracán,
entra un hombre.., luego un can…,
luego nadie…, luego nada…

-¡Hija infame!-ruge el Conde.
¿Qué haces con este señor?
¿Dónde has dejado mi honor?
¿Dónde?¿dónde?¿dónde?¿dónde?

Y tú, cobarde villano,
antipático, repara,
como señaló tu cara
con los dedos de mi mano.

Después, sacando un puñal,
de un solo golpe certero
le enterró el cortante acero
junto a la espina dorsal.

El joven, naturalemente,
murió como un conejo.
Ella frunció el entrecejo
y enloqueció de repente.

También quedó el conde loco
de resultas del espanto,
y el perro…no llegó a tanto,
pero le faltó muy poco.

desde aquel día de horror
nada se volvió a saber
del conde, de su mujer,
la llamada Leonor,

de Cunegunda su hermana,
de su madre Berenguela,
de la prima de su abuela
que atendía por Mariana,

de su cuñado Vitelio,
de Cleopatra su tía,
de su nieta Rosalía
ni de su chico Rogelio.

Y aquí acaba la la leyenda
verídica, interesante,
romántica, fulminante,
estremecedora, horrenda,

que de aquel castillo viejo
entenebrece el recinto,
a cuatro leguas de Pinto
y a treinta de Marmolejo.

61 comentarios sobre “El Conde Sisebuto”

  1. Parece que hay errores en el texto: «paterna», «abra», «como señaló».
    GRACIAS. Porque mi madre deseaba identificar al autor de esta parodia de lo romántico que ya me recitaba hace cincuenta años y sigue haciéndome sonreír.

  2. Francamente me da la sensación de que existen muchas versiones (ligeramente diferentes) de esta genial composición. Mi padre nos la recitaba de memoria cuando éramos crios, a mi y mis hermanos. Desde entonces han pasado 60 años… o alguno mas.
    Hoy, recito a mis nietos esta curiosa obra. También la tengo en la memoria y a mis nietos les encanta.
    Por cierto, opino que es una excelente forma de incentivar el gusto por la lectura de poemas a la «gente menudo». Conmigo, funcionó.

  3. Muchas gracias por publicar esta encantadora poesía pues, me trae a la memoria muchos y muy agradables recuerdos de una persona muy querida para mí.
    Gracias por esta publicación.
    Un saludo

  4. ¿Cuál es la versión orginial? Veo varias con sensibles diferencias.
    Yo recuerdo en tradición oral….. «y una prima de su abuela, que atendía por Manuela (no Mariana)». De hecho, la rima sería mas adecuada, pero no sé.
    Por otra parte leo tanto «a cuatro leguas de Pinto», como a «veinte leguas de Pinto».
    Sería perfecto que quedase aclarado

  5. La recitaba a menudo, y lo sigo haciendo, me encanta, tiene , gracia , ingenio, y chispa!!

  6. Hará más de 50 años que yo escuché por primera vez este romance… me gustó tanto que me lo aprendí de memoria… y en el colegio que estuve lo hacíamos como teatrillo… y aún hoy en día (y ya ha llovido),… lo sigo recordando a estrofas.. no entero… por eso me ha encantado encontrármelo de nuevo y revivir viejos recuerdos… Gracias… Mayka.

  7. Exactamente lo aprendi de memoria, con muy poca diferencia de este texto, allá por el año de 1942. Me mo aprendió mi patrón amante de la poesia.

  8. Mi padre lo recitaba muy a menudo , me encantaba . Lo hacía tan creíble y bien que de niña me hacía soñar y transportaba a esos mundos . Me alegra haberlo encontrado .

  9. Recordaba parcialmente esta obra. La versión que medio-aprendí tenía un añadido que rompe la monotonía de los cuatro versos pero no destroza la rima y queda bien cuando se añade al recitarla:
    No llevarás camiseta
    ¿verdad?… pues toma esta manta.
    Y le dio una servilleta.

    En otro verso, si se me permite, cuadra mejor «su arrogancia» en vez de «mi arrogancia». ¿Cómo está en el original?

    Hija soy de Sisebuto
    desde mi más tierna infancia,
    y aunque es mucha su arrogancia,
    y aunque es un padre muy bruto,
    ………
    Gracias por la idea de poner aquí esta poesía.

  10. Hola, mi madre lo recitaba, y se lo enseño mi abuelo.
    Yo recuerdo otro verso, aunque también corta la estructura:

    «le enterró el frío acero
    entre la espina dorsal,
    y el cráneo del caballero»

  11. Recuerdo de el colegio, a un un alumno algún año mayor que yo, cuyo nombre aún recuerdo: Julio Cesar Nebot Nebot. Y que le llamábamos «el peluca» porque, por lo visto acudía a la peluquería con menos frecuencia de lo que en aquellos años 50 era norma.
    Tenía un potente vozarrón, lo que se llama una voz estentórea, que era muy apropiada para el recitado de esta poesía.
    Cada vez que los alumnos nos reuníamos en grupo para alguna actividad en la que no participaban los profesores; a veces de buena gana y a veces obligado por nuestra insistencia siempre nos recitaba esta poesía. Nos encantaba, reíamos con las ganas que se ríe en la niñez aunque la hubiéramos escuchado veinte veces. Además este joven gesticulaba de forma apropiada pero un poco exagerada lo cual le daba más interés, cada recitado era una verdadera creación.
    Llegué a saberla de memoria, pero con el paso de los años olvidé buena parte de ella, lo que me causaba cierto pesar, por eso me he llevado un alegrón al encontrarla aquí.

  12. Existe una versión de este poema ilustrada por Mingote que editó Círculo de Lectores allá por los años noventa, creo recordar.

  13. Hola ,me encanta este poema y me trae muchisimos recuerdos de mi infancia .Nos lo recitaba mi tia y recuerdo q estabamos todos los hermanos y primos sentados en el suelo ,y mi tia la recitaba tan bien tan bien ,q nos tenia a todos embobados escuchando.
    Ahora ,q tengo mucho mucho tiempo ,la estoy memorizando y me encanta .
    Gracias .

  14. Mi versión también comienza: «A veinte leguas de Pinto y a treinta de Marmolejo…» y tiene ligeras variaciones.

    Mi madre lo recitaba a menudo cuando éramos pequeños… Se lo enseñaré a mis sobrinos para que siga la tradición 😉

  15. Me ha sorprendido encontrar esto en internet buscándolo creyendo que no lo encontraría. Cuando venía mi Abuelo desde Madrid a vernos nos sentábamos todos sobre su cama y nos la recitaba con mucha expresividad. Esta era la que más recuerdo pero también decía otras, todo muy castizo madrileño como era el.

  16. Me la han recordado y tomar apuntes donde la laguna de la memoria hace estragos. Muchas gracias.

  17. Desde México: La conocemos dramatizada y llamada: «Ya Nada Puede el Amor, o Todos Meten la Pata».
    E inicia como: «Dueño de un castillo viejo
    que edificó Recesvinto
    a cuatro leguas de pinto
    y a treinta de Marmolejo
    paso yo más negros dias,
    vivo una vida más ruin
    que el más bajo paladín
    de todas las tierras mías…»
    Siempre genial, pero de texto olvidado…Representado en los noventas en comunidades rurales, con escenificación medieval, obvio… ¡Qué recuerdos!

  18. Gratos recuerdos de mi infancia, que han llegado de nuevo por casualidad. Guardo este ingenioso y divertido poema para intentar retenerlo en mi mente. Gracias.

  19. Creo recordar que se publicó en la revista «La Codorniz» allá por los años sesenta, aunque no sé la fecha exacta.

  20. ¡Qué curiosidades! Hoy me he animado a trascribir este poema de un video que tenía de mi abuela del año 2012, cuando contaba ella 88 años, año y medio antes que falleciera. El video dura algo más de 5 minutos, imagínense cuántas veces lo he parado, lo tengo en el escritorio del ordenador porque me gusta escuchar su voz de vez en cuando.
    No esperaba encontrarlo y, leyendo los comentarios, creo que quienes lo escuchamos tenemos un hermoso recuerdo. Mi abuela era de la isla de La Palma (Canarias), hablaba con mucho cariño de una maestra que vino de la Península, me imagino que fue ella quién le enseñó el poema. GRACIAS.

  21. Por fin lo encontré !!
    Llevo años buscando este poema que me contaban mi abuela y su hermana, hace ya …. 64 años !! 😉 Algunas palabras son diferentes, pero despues de haber comprado La venganza de Don Mendo señalado por una persona y dandome cuenta de que no era lo que buscaba, lo deje.
    Hoy existe Internet, y por si acaso … pregunte la pantalla y ahi esta !! 🙂 Muchisimas gracias 🙂

  22. Increíble, única. La cantaba o recitaba un compañero mío en todas las fiestas del Servicio. Yo la he mantenido aunque no completa y hoy me ha encantado encontrarla. Lo de la servilleta es cierto así me la sabía yo, igual que a veinte leguas de Pinto. Gracias.

  23. Me ha encantado reencontrarme con esta poesía de mi niñez, que conocí en la Escuela Superior de Niños de DON VARÓ, en Alicante, que nos sirvió para hacer un ejercicio, bajo la dirección de nuestro Director, Don Antonio Lillo Martínez, en los años -50.
    Me parecen buen las aportaciones de otros lectores, como la que recomienda poner:
    «…mucha su arrogancia.»
    «…veinte leguas de Pinto.»
    Las otras aportaciones no las reconozco.
    Muchas gracias por la publicación. Un saludo, A. A.

  24. Yo también estoy sorprendida de haberla encontrado, a mí me la recitaba mi abuela y a mi padre la suya hace más de 50 años

  25. Yo oí esta poesía cantada con el estribillo de Maria Isabel ( canción de los Payos,creo ) cuando trabajaba de camarero en un bar.Los que la cantaban lo hacían como chirigota y eran obreros de una fábrica. El estribillo de : chiribiribi, poronponpon, chiribiribi, poronponpon,etc….
    No pensé que existía hasta que una hermana mía se la sabía y me contó la historia.Aunque creo que decían a 4 leguas de Pinto y a 5 de Marmolejo.

  26. Es realmente nostálgica, recuerdo varios tramos muy reconocidos por mí y no tenia idea que era del mismo poema. Y no se nos olvida……

  27. Que maravilla! Internet y el poema! Mi abuelita granadina lo recitaba para mí q era su nieta mayor. Ella llegó con sus hermanos a Argentina en 1908. Se instalaron en Córdoba, allí nacimos mi hermana pequeña y yo. Hijas de su hija menor.
    La aprendí de memoria y mi abuelita me enseñó el tono castizo. Gracias por este entrañable recuerdo!

  28. Me ha hecho mucha ilusión encontrar este poema.
    Lo representábamos en el colegio en el teatrillo del salón de actos….. De eso hace casi 50 años, me ha traído muy buenos recuerdos de la infancia.
    Voy a intentar memorizar la de nuevo.
    Gracias por publicarlo y traernos bonitos recuerdos del pasado

  29. Esté poema es toda una evocación de la infancia de muchos, que hoy ya somos abuelos. Es una tradición, a mí me lo recitaba mi madre, yo a mis hijas y ellas a los suyos. Espero que no se pierda.
    Eran otros tiempos, sin duda más felices

  30. Siendo cria, cuando saliamos de viaje, un amigo de mis padres nos la iba contando para distraernos

  31. Me dan vergüenza las faltas de ortografía. Y las palabras confundidas. Debéis corregirlo.

  32. Mi querido amigo Pepe Mateo, apreciado compañero de trabajo y mentor en él, me la hacía repetir con un gracejo especial.
    Gracias querido compañero y sin embargo AMIGO
    Unabrazaco.

  33. Está claro el gran favor que nos ha causado la Publicación a una gran mayoría de personas
    Siento mucho , algunos comentarios de perfeccionistas, que ven defectos, antes que sentimientos
    Por mi parte MUCHÍSIMAS GRACIAS

  34. Que bonito recuerdo! Hace 27 años, cuando teníamos 12 hicimos una obra de teatro de este romance Del Conde Sisebuto, en el colegio Parque en Torrelodones, la profesora Pilar, no recuerdo el apellido pero si a ella con cariño, Soraya y Paco eran los protagonistas y yo hice de conde :)…. ahora se lo recito a mis hijas. Saludos a todos los compañeros de ese año y a Pilar, gracias. Buenos recuerdos. Juan P.R

  35. Delicioso recuerdo de la infancia, cuando nuestra madre lo recitaba para nosotros. Gracias por rescatar esta joya de un humor tan divertido como ingenuo.

  36. Pues para que no falte de nà, uno de los tunos de la tuna de Ing Tec de Alcoy (Jaime Sánchez Calleja) la recitaba en las grandes solemnidades (p.ej. cuando íbamos a rondar a alguna niña de la alta sociedad y nos invitaban a subir a tomar un piscolabis), y dependiendo del grado alcoholico ingerido eran 4 leguas, ó 20 leguas….. pero el éxito estaba asegurado y la juerga también!!

  37. …. por cierto, (by the way), me suena que viene publicado en un libro que visto como paño en oro ( que no tengo aquí en estos momentos) y que se llama “Las mil peores poesías de la lengua castellana”. Buenísimo!!

  38. por cierto, (by the way), me suena que viene publicado en un libro que guardo como oro en paño ( que no tengo aquí en estos momentos) y que se llama “Las mil peores poesías de la lengua castellana”. Buenísimo!!

  39. Tengo 78 años. De «toda la vida» he sabido esta poesia que recitaban en casa, con ligeras variantes como es lógico al ser tradición oral. Nuestro Castillo estaba a cinco leguas. Fantástico.

  40. Con ligeras variantes me la enseñó mi madre hace más de 60 años. La recordaba casi entera, aunque había olvidado algunas partes y tampoco conseguimos nunca averiguar quien era el autor. Así que ¡muchas gracias por publicarla, me ha encantado!

  41. Tengo 74.Mi madre (1920)maestra Nacional desde 1936, nos la recitaba y enseñaba desde niños. «A veinte leguas de Pinto y treinta de Marmolejo….
    … introdujo el frío acero junto a la espina dorsal,
    Y muchas más, pero no le doy importancia, pues es un sainete divertido de cualquier forma.

  42. Como pasa el tiempo…leí los comentarios y casi todos se refieren a padres, abuelos y bisabuelos, aún quedamos algunos que la aprendimos, memorizando y disfrutando de lo lindo

  43. No sé si es buena o mala,pero me encanta porque me trae sentimientos muy tiernos de infancia. Nos la recitaba mi abue Pepita, la verdadera transmisora, y mi madre también. Yo sigo con la tradición aunque pierdo estrofas que agradezco poder rescatar. Gracias!!!

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