Es al principio del siglo XVIII, cuando empiezan a aparecer las primeras referencias escritas a los manantiales del Balneario.
En 1701 encontramos la primera referencia escrita de la que se tiene constancia sobre los manantiales de Aguas Minerales de Marmolejo. Fue el cirujano de Jaén Juan Bautista Monraneda y Molina quien publicó la obra: Paradoja sobre la curación local del carbunclo maligno, con un apéndice que trata de las aguas acídulas de Marmolejo, en el reino de Jaén.
En 1764 Antonio Capdevila, médico y científico tarraconense que ejerció su magisterio de forma errante por Andalucía en el Siglo XVIII, llevando a cabo distintos estudios e investigaciones, publicó, durante su estancia en la vecina ciudad de Córdoba, la obra: Dissertación de las aguas minerales de Marmolejo, i de una enfermedad endémica de Andalucia, con la historia literaria-crítica de los autores Hespañoles, que han escrito de las aguas minerales de España. Estudio que envió a la Real Sociedad de Göttingen en Dinamarca, de la que él era miembro. Para conocer más acerca de Antonio Capdevila seguir este enlace.
En 1777 las Aguas de Marmolejo aparecen mencionadas en el libro Historia Literaria de España.
En 1781 el médico francés Tissot refería en su “Medicina del pueblo” la bondad de las aguas minero-medicinales del manantial que poseía Marmolejo en el marco del mismo río Guadalquivir.
En 1793 Don Juan de Dios Ayuda, las recomienda en su “Tratado sobre las principales fuentes medicinales de Andalucía”.
En 1816 le corresponde a Marmolejo una de las primitivas 31 plazas de baños y aguas minerales creadas por el Real Decreto de 29 de junio de 1816, publicado en la Gaceta de Madrid de 28 de septiembre de 1816, a partir de esta fecha las Aguas de Marmolejo se declaran de Utilidad Pública. (enlace)
En 1817 Vicente Orti y Criado obtiene por oposición la plaza de director de las Aguas Minerales de Marmolejo, cargo que ocuparía durante casi 50.
A partir de 1818, año en que son declaradas oficialmente propiedad del municipio, se registra la llegada de los primeros agüistas aconsejados por sus médicos y guiados por la buena fama que, de boca en boca, comienza a extenderse sobre las propiedades curativas de sus aguas.
En 1848 el historiador Pascual Madoz en su “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones en Ultramar” apunta a propósito de las aguas de Marmolejo “su utilización por parte de los enfermos para curar sus dolencias, especialmente eficaces para aquellas enfermedades relacionadas con el dolor de estómago”.
En 1850 las Aguas de Marmolejo aparecen en la obra Manual de las Aguas Minerales de España y Principales del Extranjero de Francisco Álvarez Alcalá.
En 1866, coincidiendo con el nombramiento del nuevo médico director del Balneario, Luis Gongora y Joanico, comienzan a verse cambios en la organización de la explotación de aguas. En este momento se establece una regulación en cuanto a limpieza de fuentes, cuota a pagar por los enfermos, se establece la gratuidad para los pobres…
En 1869 se establece en Marmolejo Luis Artacho “de profesión supuesta tubiero y en realidad bandolero y secuestrador” miembro de la partida de “Los Secuestradores de Andalucía.”
El 16 de Abril de este año las Aguas de Marmolejo son declaradas oficialmente como minero-medicinales.
En 1870, la recaudación del Balneario sumaba la cantidad de 4.632 reales de los que 3.194 correspondían a las personas que la visitaban y 1.438 al agua embotellada. El número de enfermos era de 786 con sus acompañantes, la mayoría de ellos de clase acomodada.
-> 1875 – 1889
Muy interesante. Gracias.