Marmolejo, como cualquier otro pueblo de España, no fue ajeno a los avatares que supusieron la Invasión Napoleónica de España y la posterior Guerra de Independencia.
Nuestra participación fue modesta, pero no por ello vamos a dejar de reflejarla en estas páginas.
Según un Real Decreto mandado al Ayuntamiento de Marmolejo a comienzos de 1811, la villa debía de contribuir al esfuerzo de la Guerra contra el invasor francés en alimentos y dinero.
De esta forma, Marmolejo puso a disposición de las Juntas de Gobierno lo siguiente:
– 160 fanegas de trigo.
– 210 fanegas de cebada.
– 2 fanegas de sal.
– 310 arrobas de carne.
– 40 arrobas de legumbres.
– 170 arrobas de vino.
– 3 arrobas de vinagre.
– 3 arrobas de aceite.
– 1300 arrobas de paja.
– 532 arrobas de leña.
Todo esto fue recibido la noche del 3 de mayo de 1811 por el Sr. Perfecto de la Provincia de Jaén, para que las tropas pudieran utilizarlo en los meses de Mayo, Junio, Julio y Agosto, siendo el lugar de entrega la ciudad de Andujar donde fueron repartidas a los distintos cuerpos del ejercito.
El pueblo de Marmolejo, para hacer frente a todo este suministro, se valió de una serie de fondos: del ciudadano Juan Cano Robles, el Ayuntamiento recibió 5.309 maravedíes; de Francisco Ollero Toreno de la Sal, 5.268 maravedíes; de la Contribución Temporal del 4 al 6% que se cobró en 1.808 y el anterior, el Ayuntamiento obtuvo unos 4.161 maravedíes; de las Contribuciones de Cientos , Millones y Alcabalas, se sacó unos 66.566 maravedíes; del repartimiento de paja , se hicieron cargo de la cantidad de 7.849 maravedíes.
Por otro lado, el 16 de mayo de 1811, fueron nombrados por la municipalidad dos cobradores: Juan Díaz Pérez y Bartolomé Pascual Jiménez. Al primero, se le obligó cobrar los 6.213 maravedíes a los vecinos del pueblo; y al segundo, los 46.945 maravedíes a los forasteros hacendados. También es importante señalar la importante aportación de los señores eclesiásticos de la villa de Marmolejo, cercana a los 900 maravedíes, destacando al señor Viceprior, a don Bartolomé Aguilera, don Francisco Ramón Montoso, don Pedro Merino y de otros.
De igual manera Marmolejo no permaneció al margen del episodio más decisivo de toda la Guera, la Batalla de Bailen.
Dentro de las acciones que se llevaron a cabo en esta batalla destaca el llamado Plan Porcuna, que tenía como fin, copar a los franceses en Andújar, se acordó que dos cuerpos auxiliares a las órdenes del coronel Cruz Mourgeón y el conde de Valdecañas, atravesarían el río Guadalquivir, para cubrir los dos flancos, derecho e izquierdo, del ataque.
La tropa de Cruz Mourgeón sumaba unos tres mil hombres, integrados en Tiradores de Cádiz, Tiradores de España, Tiradores de Montoro y Compañías de la costa de Granada (por extensión toda la costa del denominado antiguo reino de Granada, incluyendo Málaga).
Al anochecer del día 14 de julio ya no quedaban fuerzas francesas al sur del Guadalquivir, excepto la propia cabeza de puente colocada por Dupont para cubrir los accesos a Andujar. Esta tropa tuvo que replegarse en la mañana del día siguiente por el bombardeo a la que la sometió la artillería del general Castaños, que colocó las divisiones 3ª y 4ª,directamente bajo su mando, frente a Andujar. Los españoles no presionaron más, excepto algunos amagos por la parte central. Pero el cuerpo franco de Cruz Mourgeón sí que atravesó el Guadalquivir por el puente de renacentista de Marmolejo, más tarde, contraatacados por la caballería de Dupont, se dispersaron en dirección noroeste, organizándose en el abrupto terreno para atacar al enemigo. La acción, más allá de las consecuencias del encuentro bélico creó el nerviosismo y la incertidumbre en Dupont, pues al no conocer con certeza el número de fuerzas que habían pasado el Guadalquivir por Marmolejo, temió una aparición de las mismas al norte de Andújar, robusteciéndose en él la idea de que la gran batalla se iba a librar allí, lo que a la postre iba a suponer una mala distribución de fuerzas y una pésima organización francesa, lo que sin duda fue fundamental para la definitiva victoria española y la capitulación francesa.