En 1875 el francés Pablo Rostaing abre la primera Fonda para hospedar a los agüistas en la calle de la Estación , será el futuro Hotel los Leones, es el primer hotel de toda la comarca.
En 1880 se inaugura la Fonda “ La Española ”, por Don Antonio Ollero García en la calle Duque de la Torre (antigua Arroyo, hoy calle Francisco Calero) que posteriormente tomará el nombre de Hotel Español.
También en esta misma fecha (1880) se abre otra Fonda, la de Doña Isabel Casado, en la Plaza de la Virgen del Amparo, futuro Hotel Castilla.
En 1882 las autoridades provinciales exigen al ayuntamiento la realización en el Balneario de una serie de obras cuyo coste alcanzaba las 104.888 pesetas, inalcanzable para el presupuesto municipal de aquellos años, esta situación acaba desembocando en la subasta pública por el estado, en octubre del mismo año, del Balneario y más de 24 fanegas de terreno colindante.
Es adquirido, el 10 octubre de este mismo año, por el diputado del Partido Liberal por la provincia de Jaén y Consejero de Estado, Eduardo León y Llerena con el nombre de “Establecimiento de Aguas y Baños Medicinales Naturales de Marmolejo”.
La entrada en escena de León y Llerena, su aportación de fondos, de influencias, de amistades y su espíritu comercial y emprendedor lo convierte en el auténtico creador del Balneario. La marca “Aguas de Marmolejo” conocerá a partir de este momento una difusión y prestigio a nivel nacional e internacional si precedentes.
En 1883 ya con León y Llerena al frente del Balneario, se crea un perímetro de protección de los manantiales de 600.000 metros cuadrados.
Se llevaron a cabo tres nuevos sondeos que darían lugar a las actuales Fuente Agria, San Luis y Buena Esperanza (hasta entonces el agua que tomaban los aguistas era de un manantial conocido como «Fuente del Padre»), comienza la explotación de los manantiales en forma de baños y duchas, se construyó una galería de acceso a los manantiales y varios edificios más, así como un gran jardín con una extensión de más de 9 hectáreas por el jardinero del Jardín Botánico de Córdoba Manuel Méndez, jardín que merecería aparecer en el semanario Blanco y Negro del periódico ABC el 13 de octubre de 1894.
Este mismo año las Aguas de Marmolejo ganarían el Diploma de Honor en la Exposición Nacional de Minería.
En 1884 Don Antonio Ollero Peña y Luisa Hierro Gómez transforman una antigua casa de juego en la calle Duque de la Torre y la convierten en el Hotel Madrid.
En 1886 Doña Manuela Muñoz abre el Hotel Suizo, en la calle de la Fonda.
En 1887 los Condes de Villaverde La Alta reconstruyen la Ermita de Jesus.
Aún hoy, bajo la espadaña del templo, puede verse la placa de mármol que colocaron para recordar su participación en la reconstrucción
Junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, templo principal de la Vila, Marmolejo contaba a mediados el Siglo XIX con cinco templos más humildes, de ellos, solo sobrevive la Ermita de Jesús gracias a la reconstrucción que la salvó de la ruina.
De origen barroco, tiene planta rectangular cubierta por media naranja, coro, presbiterio elevado -por el que se accede al camarín donde se venera la talla en madera policromada de Jesús Nazareno del siglo XVI- y, en su exterior, dos portadas de piedra, la principal de ellas con espadaña.
La espadaña es la parte más antigua del templo, su ubicación original estaba en la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, desmontada y reconstruida en la Ermita de Jesús, tras la construcción de la torre campanario en esta iglesia.
El 23 de noviembre de 1887 se autoriza el uso del Agua de Marmolejo como medicamento en los Hospitales de Madrid
Eduardo León y Llerena lo había solicitado en Octubre de ese mismo año
En 1888 el Balneario de Marmolejo participa en la Exposición que se celebra en Barcelona, consiguiendo varios premios.
En 1889 Armando Palacios Valdés, escritor asturiano y agüista de Marmolejo, publica “La hermana San Suplicio”, una de las novelas más populares del siglo XIX, ambientada en el Balneario de Marmolejo.
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