Cortijo de El Ecijano

El Cortijo del Ecijano o de San Eufrasio, como era conocido antiguamente, constituye un ejemplo característico de arquitectura rural de esta zona de Andalucía.

Está ubicado en un relieve suave en la margen derecha del Guadalquivir en una zona de olivares y dehesas. Su construcción se ha datado en 1650 y perteneció originariamente al Conde de Gracia Real, cuyos escudos de armas lucen en su fachada exterior hacia el campo, e interior hacia el patio principal.Situado a unos 260 metros de altitud sobre el nivel del mar, su planta es muy regular, formada por un gran cuadrado de grandes dimensiones, distribuyéndose las dependencias en dos patios. La entrada principal con vano de arco de medio punto y con balcón adintelado sostiene en su dintel un rico escudo nobiliario. A la derecha del balcón-mirador se conserva un interesante reloj de sol.

Ya en el patio, llama la atención las dependencias señoriales o señorio al frente, destacando la entrada principal con vanos, de puerta y balcón adintelados, pilastras con escudo heráldico superior, todo de sillería de piedra rojiza de arenisca. A la derecha, el edificio queda cerrado por el granero y cuadras para los equinos; a la izquierda el molino, del que nada queda, a excepción de las características torres de contrapeso, magníficamente construidas también en sillares.

Torres que servían de contrapeso a las prensas aceiteras de viga, y que dan al plano de la fachada principal. Son estas torres el elemento arquitectónico más destacado del conjunto del cortijo. Junto al molino, y ya al otro patio la bodega para almacenar el aceite, configurando este espacio la gañanía, granero-almacén, establos avícolas y trojes para almacenar la aceituna. En su lado noreste, con entrada independiente una pequeña Capilla dedicada a San Eufrasio, patrón de Andujar, con vano de acceso con arco de medio punto, enmarcada por una cornisa, y sobre el tejado una espadaña, de un solo vano, con pilastras adosadas, coronada por un frontón partido, su interior destaca restos de yesería de una falsa bóveda y el coro alto con acceso directo al señorio. Dispone de un pequeño atrio.

En nombre actual del cortijo le viene de un antiguo propietario, Mariano Perez de Vargas Zambra, quien contrajo matrimonio en el año 1751 en la sevillana poblacion de Ecija, conociendole desde entonces con el sobrenombre de El Ecijano.

En la finca donde se encuentra el cortijo nace la fuente de Aguas Minerales de San Eufrasio, manantial del que se nutre la actual explotacion de Aguas La Paz.

En el año 2018 el Cortijo del Ecijano fue incluido en la Candidatura a Patrimonio Mundial Paisajes del Olivar que la Diputación de Jaén y la Junta de Andalucía han presentado ante la UNESCO.

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